En una pequeña ciudad, Esteban era un niño que desde temprana edad había experimentado traumas profundos que marcarian si vida para siempre. A pesar de tener todas las posibilidades de ser un gran profesional en su vida adulta, sus heridas emocionales lo llevaron por un camino oscuro y doloroso. Con el tiempo, ese niño dulce, lleno se sueños e ilusiones se convirtió en un hombre lleno de amargura y rencor, causando daño a muchas personas a su alrededor.

Sin embargo, un día, Esteban pudo experimentar algo que cambiaria su vida por completo y restauraria su interior. Empezó un proceso de sanidad de sus emociones, sentimientos y pensamientos viendo a Cristo como la fuente de vida eterna. A través de terapia y apoyo de personas amorosas y una vida completamente rendida a Cristo y al Espiritu Santo, este hombre pudo enfrentar todos eso traumas y situaciones dolorosas y sanar las heridas de su pasado. Descubrió el poder del perdón, tanto hacia los demás como hacia sí mismo, y poco a poco comenzó a dejar atrás su pasado oscuro.

Esteban tuvo una nueva oportunidad de cambiar el rumbo de su vida. Se convirtió en un apoyo para aquellos que también sufrían, compartiendo su historia de transformación y ofreciendo esperanza a quienes se sentían perdidos. Ya no era un causante de dolor, sino un agente de sanidad y redención.

Así, gracias a su proceso de sanación y transformación interior, Esteban pudo encontrar un nuevo propósito en la vida y utilizar sus experiencias pasadas para ayudar a otros a sanar sus propias heridas. Aprendió que a pesar de las cicatrices del pasado, siempre hay una oportunidad para cambiar y convertirse en la mejor versión de uno mismo.

Esteban eres tu!